La servilleta alemana se llama así porque originalmente se comenzaron a imprimir o decorar servilletas en Alemania, y su propósito inicial era sólo decorativo: una servilleta con motivos coloridos que nos daría mucha tristeza usar para limpiarnos la boca al comer.
Pero después se utilizó para «decorar» otros objetos, mediante la técnica del Decoupage: A la servilleta se le desprenden las capas blancas para dejar sólo la capa superior que está impresa, y esta delgada capa se «adhiere» literalmente sobre otro objeto, con un pegamento especial transparente.
El objeto donde se adhiere la servilleta puede ser muy variado: copas, cajas de madera, tejas de barro, platos de cerámica, tela, etc.
Luego, se pueden agregar una serie de técnicas como: pintura, pega-foil (brillos plateados o dorados), brillantina, falso óleo, aplicaciones de otros materiales como piedrecitas o chaquirones, y pueden darse varios acabados finales como: capas de acrílicos ó poliester.
La belleza en la servilleta alemana es el acabado que es parecido al de una pintura realizada sobre el objeto en el que se situó.
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